
El factor de potencia es la relación que existe entre la potencia activa y la potencia aparente.
La energía reactiva se puede corregir con distitnos métodos pero siempre utilizando baterías de condensadores.
En una instalación, pongamos por ejemplo una pequeña fábrica, la energía reactiva se consume en distintos puntos de la misma que por lo general son máquinas que demandan esa energía reactiva como por ejemplo cualquier motor eléctrico que tenga.
Para corregir esa energía reactiva y que el factor de potencia sea igual a 1, esto es, cuando coinciden la potencia aparente y la activa, podemos acudir directamente a la fuente de la demanda de la misma, es decir al motor e instalar una batería de condensadores fija.
Por otro lado, si los demandantes de energía reactiva están muy dispersos en esa fábrica, lo más apropiado es colocar una batería de condensadores (varios condensadores conectados entre sí) con un regulador automático, justo donde comienza la instalación y antes de que llegue al equipo de medida o contador eléctrico.
De este modo se compensa globalmente la energía reactiva (factor de potencia) con una batería de condensadores.
Importante a tener en cuenta: Dado que las instalaciones no siempre funcionan al 100%, la batería ha de ser automática y contar con un regulador que haga que, en función de la demanda de la instalación, se activen más o menos condensadores, compensando siempre la energía reactiva de modo eficiente.
Además, la legislación establece que dicha batería de condensador deberá adaptarse en cada momento a la demanda reactiva de la instalación en cada momento con una oscilación de un +/- 10%. Si nos quedáramos cortos, nos penalizarían por recargos en reactiva, y si por el contrario nos pasamos, verteríamos energía capacitiva a la red eléctrica pudiendo incluso llegar al precintado de la instalación y al corte del suministro por parte de la compañía eléctrica distribuidora.
Fuente: http://www.bateriasdecondensadores.com